💰 Tipo de entrada: Gratis
👤 Edad recomendada: +18
🔗 Links:
Santiago de Compostela acoge el inicio del proyecto europeo Soil@WineResidues, liderado por el CSIC, para salvar suelos de viñedo y transformar residuos.
Santiago de Compostela se convierte estos días en el epicentro de una iniciativa europea muy importante para el futuro de nuestros viñedos. Hablamos del arranque del proyecto Soil@WineResidues, una propuesta liderada desde aquí, desde Galicia, por el CSIC, que busca dar un giro a la forma en que gestionamos los suelos de viñedo y los residuos que genera la industria del vino. Es un paso adelante hacia un modelo más sostenible y circular, algo que nos toca de cerca en una tierra con tanta tradición vitivinícola.
El proyecto Soil@WineResidues, que arranca oficialmente este 1 de julio de 2025, tiene una misión clara: mejorar la salud y la calidad de los suelos en las zonas vitivinícolas de España, Portugal y algunas regiones de Francia, como Nueva Aquitania, Occitania y Auvernia. Estas áreas, que suman la mayor superficie de viñedo de la Unión Europea y la mayor producción de vino del mundo, se enfrentan a desafíos importantes. Por un lado, la gestión de los residuos lignocelulósicos –esos restos de raspón, bagazo, hojas o ramas que quedan después de la vendimia– y, por otro, la dependencia de productos químicos sintéticos, como pesticidas y fertilizantes, que acaban afectando a la tierra.
La idea central de Soil@WineResidues es transformar estos problemas en soluciones. El proyecto propone un modelo basado en la economía circular, donde esos residuos que antes eran un estorbo se aprovechen de forma eficiente y directamente en el viñedo. ¿El objetivo? Mejorar la calidad del suelo, desarrollar nuevos productos comerciales e incluso generar energía renovable. Juan José Villaverde, científico titular del CSIC en la Misión Biológica de Galicia (MBG) y coordinador de este ambicioso proyecto, lo explica muy bien: "el proyecto busca avanzar hacia un modelo productivo basado en la economía circular. A través de la combinación de varios enfoques tecnológicos, proponemos el aprovechamiento ecoeficiente in situ (sin desplazamiento a una planta de tratamiento) de los residuos lignocelulósicos generados en las viñas para mejorar la salud/calidad de sus suelos, desarrollar productos comerciales y obtener energía renovable".
Este esfuerzo no es menor. El proyecto cuenta con un presupuesto que supera el millón y medio de euros, cofinanciado por la Unión Europea a través del Programa de Cooperación Territorial del Espacio Sudoeste Europeo (Sudoe). Detrás de Soil@WineResidues hay un consorcio potente, formado por 15 socios beneficiarios y nada menos que 92 asociados, todos ellos relacionados con el sector vitivinícola de los tres países implicados. Entre ellos, además de la propia MBG del CSIC, encontramos entidades como Aeris, Bodegas Paco & Lola, la Fundación Juana de Vega, la Mancomunidad del Salnés, y universidades de Vigo, Santiago de Compostela, Autónoma de Barcelona, Clermont Auvergne, Aveiro y Lisboa, entre otros. Es una red de conocimiento y experiencia que promete resultados significativos.
El pistoletazo de salida de Soil@WineResidues se da aquí, en Santiago de Compostela, con el 'kick-off meeting' que reúne por primera vez a todo el consorcio para poner en marcha la ejecución de la investigación. Este encuentro inicial es fundamental para coordinar los esfuerzos de todos los participantes y trazar la hoja de ruta para los próximos tres años de trabajo.
La ciudad acoge no solo las reuniones internas, sino también una presentación oficial del proyecto. Esta presentación se llevará a cabo el miércoles, en un formato híbrido que combina la asistencia presencial con la conexión online. Contará con la participación de figuras clave como Rafael Zas, director de la Misión Biológica de Galicia; Sabela Fole, vicepresidenta de la Mancomunidade do Salnés; Óscar Prado, director de Aeris Tecnologías Ambientales; y, por supuesto, Juan José Villaverde, el investigador principal y coordinador científico del proyecto. Además, el 2 de julio, en un evento online, se sumarán los 92 socios asociados, lo que demuestra la magnitud y el alcance de esta iniciativa.
Que Santiago sea el punto de partida de un proyecto de esta envergadura subraya el papel de Galicia como referente en investigación y desarrollo sostenible. La Misión Biológica de Galicia (MBG) del CSIC, con su grupo de Bioquímica y Calidad de Suelos, es el motor de esta coordinación, lo que nos posiciona en la vanguardia de la innovación agrícola a nivel europeo. Las reuniones y la presentación se repartirán entre la sede de la Misión Biológica de Galicia (MBG) del CSIC y el Centro de Supercomputación de Galicia, situado en la Avenida de Vigo, s/n, en el Campus Vida. Son dos puntos de referencia en la investigación y la tecnología de nuestra ciudad.
Durante sus tres años de ejecución, Soil@WineResidues se centrará en dos actividades piloto principales, diseñadas para abordar de forma práctica los desafíos del sector vitivinícola. La primera actividad piloto consiste en el diseño, desarrollo y construcción de un prototipo de fermentador en estado sólido. La idea es que este fermentador permita obtener enmiendas –como bioestimulantes o biopesticidas– a partir de los residuos lignocelulósicos directamente en las bodegas. Esto es un cambio importante, ya que busca disminuir el uso de insumos sintéticos y entender cómo estas enmiendas naturales afectan las propiedades del suelo y sus microorganismos, promoviendo una gestión más sostenible.
La segunda actividad piloto se enfoca en el fraccionamiento de esos mismos residuos vitivinícolas mediante biorefinación. El objetivo aquí es doble: por un lado, desarrollar nuevos productos de alto valor añadido para industrias tan diversas como la alimentaria, farmacéutica y cosmética; y por otro, obtener biogás, una fuente de energía renovable. Esto demuestra la visión integral del proyecto, que no solo busca mejorar el suelo, sino también generar nuevas oportunidades económicas a partir de lo que antes se consideraba desecho.
El impacto esperado de Soil@WineResidues va más allá de la investigación. Se espera que los resultados permitan tomar decisiones a escala territorial en viñedos con características similares, facilitando la transferencia de conocimiento y la capitalización de los resultados a nivel transnacional. Además, el proyecto busca mejorar el desarrollo de las zonas rurales, atrayendo capital humano y aumentando la competitividad y la resiliencia del sector vitivinícola frente a retos como el cambio climático y futuras crisis. El público objetivo es amplio, incluyendo a los principales actores del sector del vino, administraciones públicas, centros de investigación y educación, empresas tecnológicas, consumidores y la sociedad en general. La meta es clara: lograr la implantación efectiva de modelos de economía circular y ecoeficiencia en todo el sector vitivinícola.
En resumen, el arranque de Soil@WineResidues en Santiago es una noticia excelente para nuestra ciudad y para el futuro de la viticultura. Es un ejemplo de cómo la investigación y la colaboración europea pueden ofrecer soluciones innovadoras a problemas complejos, apostando por un modelo más respetuoso con el medio ambiente y económicamente viable. Estaremos atentos a los avances de este proyecto que promete dejar una huella positiva en nuestros paisajes y en nuestra economía.
Datos Prácticos del Evento de Arranque:
Suscríbete para recibir los mejores planes de Santiago De Compostela en tu correo.