
Estudiantes de Franciscanas y voluntarios realizan una limpieza de desechos sólidos en Montealegre tras las celebraciones del magosto.
Este 20 de noviembre de 2025, Montealegre, en Ourense, será de nuevo el escenario de una importante iniciativa de limpieza. Tras las celebraciones del magosto, que cada año llenan este monte de vida, lamentablemente también lo dejan "repleto de basura". Aquí es donde entran en acción los Ecovigilantes de Franciscanas, un grupo de estudiantes y voluntarios que se encarga de recoger los desechos sólidos que quedan esparcidos por la zona. Es una estampa que se repite anualmente: plásticos, vidrios, restos de comida, e incluso objetos más grandes como sillas o lonas, transforman el paisaje de O Cotoriño en algo que, como algunos describen, hace que parezca que se está "comiendo en un vertedero". La cantidad de residuos es considerable, con voluntarios que suelen recolectar alrededor de 200 kilos de desechos cada año.
Los Ecovigilantes de Franciscanas no son nuevos en esto; llevan desde 1998 combinando la acción ambiental con hábitos de vida saludables. Este grupo está formado por estudiantes de la ESO, muchos de ellos con apenas 12 o 13 años, que, acompañados por profesores como Gonzalo Sánchez Busons y Cristina Bravo, suben caminando al Montealegre. Es un trayecto de casi 5 kilómetros por un terreno escarpado, que realizan vistiendo chalecos luminiscentes, mostrando un compromiso notable. Su labor se enmarca en la campaña '1m2 por los Campos, Bosques y Montes' de SeoBirdLife y Ecoembes, en la que participan desde 2017. Aunque la limpieza principal por parte de los Ecovigilantes está programada para el día 20, otros voluntarios como Luis Amigo del Aula de la Naturaleza y Carmen Salpurido ya habían iniciado la tarea el día anterior, el 19 de noviembre, y se espera la incorporación de Antonio Ferreirós de la Sociedade Galega de Historia Natural.
La iniciativa de estos jóvenes y voluntarios va más allá de la simple recogida de basura; busca educar con el ejemplo y que los alumnos actúen como agentes de cambio en la sociedad. Es una "bofetada con la realidad" que pone de manifiesto la vulnerabilidad de nuestro entorno. Gonzalo Sánchez lamenta que, a pesar de que muchos sí retiran sus residuos, una gran cantidad de personas sigue dejando sus desechos en el monte. Por eso, asociaciones ecologistas como Amigas da Terra, Amigas das Árbores, Escua y A Galleira, reclaman campañas de concienciación más efectivas y una mayor intervención de las administraciones, tanto del Concello como de la Xunta. Sugieren incluso activar a la policía local o agentes ambientales para controlar y denunciar a quienes no respetan el monte, porque, como bien dicen, "esto no se arranca con que subamos unos cuantos voluntarios a limpiar el monte". Al final, el mensaje de los estudiantes es claro y directo: "Es importante cuidar el medioambiente".
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