Oso Teddy de la Navidad de Vigo

Si ya has dado una vuelta por el centro de Vigo estas Navidades, sabrás que hay ciertos puntos que son innegociables en el recorrido. Más allá de las atracciones más novedosas, hay elementos decorativos que se han convertido en verdaderos clásicos y que definen el espíritu de la zona centro. Uno de ellos, y que siempre genera un ambiente familiar, es el Oso Teddy. Esta figura no es una novedad, sino que se ha consolidado como un elemento emblemático de la Navidad viguesa, formando parte de ese paisaje imprescindible que abarca la zona de García Barbón, Policarpo Sanz y Porta do Sol.

Lo interesante del Oso Teddy es su función: es, esencialmente, un set fotográfico gigante. Está dirigido principalmente a familias y, sobre todo, a los más pequeños. Es un punto de encuentro donde, año tras año, muchos niños de la ciudad se han sacado la foto apoyados en su pierna, convirtiéndose en una tradición local. Si estás planeando la ruta, ten en cuenta que el Oso forma parte de la decoración estática al aire libre, lo que significa que verlo es completamente gratuito, a diferencia de otras actividades de pago como la Noria o las pistas de hielo. En cuanto a cuándo visitarlo, la figura está disponible desde que se encendieron las luces el pasado 15 de noviembre de 2025 y permanecerá hasta el 11 de enero de 2026. Si quieres verlo iluminado, recuerda que el encendido en la zona centro es a las 18:00 horas.

Si te organizas para ir un día como el 12 de diciembre de 2025, por ejemplo, lo encontrarás fácilmente en el circuito principal, en el área que conecta García Barbón, Policarpo Sanz y Príncipe. Está estratégicamente situado cerca de otros puntos de interés fotográfico como el Papá Noel en moto o el Belén lumínico, así que es fácil incluirlo en el paseo sin desviarte. Es un buen recordatorio de que, aunque las Navidades de Vigo crezcan en espectacularidad, los adornos tradicionales como el Oso Teddy siguen siendo el corazón de la experiencia en el centro, especialmente para quienes buscan mantener viva esa foto clásica de la infancia.