Marcha contra los incendios

El pasado 21 de agosto de 2025, Vigo fue el escenario de la Marcha contra los incendios, una concentración que reunió a más de 1.000 personas. Convocada por la plataforma "Por un monte galego con futuro", la protesta tenía como objetivo principal alzar la voz contra la gestión de los incendios forestales en Galicia. La marcha comenzó a las 20:00 horas en la emblemática Farola de Urzáiz y recorrió la calle Colón hasta la sede del gobierno autonómico, donde los participantes se mantuvieron hasta pasadas las nueve de la noche. Durante el trayecto, se escucharon lemas como 'Rueda dimisión' y 'Nunca Máis', y el mensaje central de la protesta, 'A política forestal do PP queima os nosos montes, queima as nosas casas', resonó entre los asistentes. Esta movilización en Vigo formó parte de una serie de protestas simultáneas organizadas por la misma plataforma en 30 municipios gallegos.

Entre los más de mil asistentes, se pudo ver a figuras políticas destacadas. La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, estuvo presente, al igual que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego. También participaron Paulo Carlos López, secretario xeral de Movemento Sumar Galicia, y representantes del Bloque Nacionalista Galego como Xabier P. Igrexas y Alexandra Fernández. Los ciudadanos, muchos de ellos con pancartas caseras, mostraron su descontento. En cuanto a las declaraciones, Yolanda Díaz subrayó la evidencia de la emergencia climática y la importancia de la prevención, afirmando que "los fuegos se apagan en invierno", y mencionó la posibilidad de aplicar ERTEs climáticos. Por su parte, Paulo Carlos López de Sumar Galicia expresó que no era el momento de pedir dimisiones, mientras que Abel Caballero señaló la falta de medios por parte de la Xunta de Galicia, aunque prefirió abordar el tema más adelante. Néstor Rego, del BNG, pidió que esta fecha sirviera como un "punto de inflexión" para el modelo forestal autonómico.

La manifestación se desarrolló en un contexto de incendios graves que afectaban el sur de Galicia. El mismo día de la marcha, la ciudad de Vigo entró en alerta por la llegada de humo y un fuerte olor a quemado, especialmente en zonas como Teis y Guixar, debido a los fuegos en Santa Cristina de Cobres, lo que llevó a recomendar cerrar las ventanas. En ese momento, se reportaban siete incendios activos en Galicia: cinco en Ourense, incluyendo los tres mayores de la historia de Galicia (Larouco-Seadur con más de 30.000 hectáreas, Chandrexa de Queixa y Vilariño con 19.000 hectáreas, y Oímbra con 17.000 hectáreas), y dos nuevos en Pontevedra (Vilaboa y Oia). Para estos últimos, se decretó la situación 2 de alerta por proximidad a viviendas, con desalojos en Oia. La superficie total quemada en Galicia durante ese verano ya superaba las 91.000 hectáreas.