La Nao Santa María

Estos días tenemos en Vigo una visita de esas que te transportan en el tiempo. Se trata de La Nao Santa María, una réplica de la nao capitana de Colón, que ha llegado a la Dársena de Portucultura. Imagínate, un museo flotante que te sumerge de lleno en cómo era la navegación en el siglo XV. Llegó a las 07:42 de la mañana, con la marea alta y el cielo todavía un poco gris, escoltada, después de un viaje desde Getaria. Si te apetece conocerla, estará abierta al público desde el 8 hasta el 17 de noviembre de 2025, así que tienes nueve días para acercarte.

Una vez a bordo, la experiencia es bastante inmersiva. Puedes recorrer los distintos espacios del barco, desde la cubierta principal hasta la bodega, y hacerte una idea de cómo era la vida cotidiana de la tripulación, los métodos de navegación que usaban, qué comían en alta mar y las condiciones de esos viajes transoceánicos. Hay paneles informativos, piezas de época y materiales audiovisuales que ayudan mucho a entenderlo todo. Esta nao forma parte de la flota de la Fundación Nao Victoria, que se dedica a mantener vivo el patrimonio marítimo español con estas réplicas históricas. De hecho, esta embarcación, que mide 29 metros, cubrió 180 millas en 42 horas de singladura real para llegar hasta aquí, con la tripulación turnándose en la caña "como en 1492", lo que te da una idea del realismo de la experiencia.

Si te animas a ir, el horario de visita es de 10:00 a 18:30 horas, con la última entrada a las 17:45. Es un plan que está pensado para disfrutar en familia, así que si tienes peques, seguro que les encanta imaginarse como grumetes. Para los adultos, es una buena forma de revivir el espíritu de esos grandes viajes que marcaron la historia. En cuanto a los precios, la entrada para adultos cuesta 6 euros, y para niños de entre 5 y 12 años, 4 euros. Si vais en familia, hay una tarifa especial de 16 euros para dos adultos y dos menores. Los menores de 5 años y las personas con discapacidad entran gratis. Es una oportunidad diferente para ver un trozo de historia en nuestra propia ría.