Homenaje al grupo de autoapoyo VIH-SIDA El Imán

El pasado 30 de noviembre de 2025, Vigo se vistió de recuerdo y homenaje para celebrar los 35 años de historia del grupo de autoapoyo VIH-SIDA El Imán. Este colectivo, que nació en 1990 en la Unidad Asistencial de Drogodependencias Cedro, ha sido un pilar fundamental en la ciudad. El acto tuvo lugar en un sitio con mucho significado: frente a la Iglesia parroquial del Cristo de la Victoria, en el barrio de Coia. Y es que Coia no es un lugar cualquiera; sufrió de forma muy dura los años de la droga entre los jóvenes, una lacra que dejó una huella profunda. Por eso, ver a miembros de la comunidad, activistas y exintegrantes del colectivo reunidos allí, justo en la víspera del Día Mundial del SIDA, fue un momento realmente emotivo.

Durante este homenaje, se presentaron varias iniciativas. Una de ellas fue el libro 'A sida: Premios relato curto e poesía', que recoge testimonios y reflexiones. Además, como un gesto simbólico y de agradecimiento a la comunidad parroquial por su apoyo en tiempos difíciles, se plantó un cedro en el jardín de la iglesia. Antón Bouzas, un activista social muy conocido y excoordinador tanto de Os Ninguéns como de El Imán, estuvo allí y destacó lo crucial que fueron los primeros años del grupo, así como la valentía de todas aquellas personas que se atrevieron a enfrentar el estigma y la exclusión. También se leyó un manifiesto que el colectivo firmó en 2004, recordando esa colaboración tan importante de la parroquia del Cristo de la Victoria en los momentos más complicados.

Antón Bouzas nos hizo recordar lo terrible que era la situación en aquellos inicios, con 'nenos de 13 anos inxectándose droga por vía intravenosa' y madres que, como la suya, 'murió de sida' tras llegar a Cedro con solo 13 años. Fue una época durísima que, afortunadamente, se ha ido superando. En ese contexto, el grupo El Imán no se quedó de brazos cruzados; lucharon activamente por la implementación de programas de metadona y por la creación de unidades intrahospitalarias de cuidados paliativos. La relación con la parroquia del Cristo de la Victoria fue clave en toda esta batalla. Además, desarrollaron una metodología propia muy interesante, a la que llamaron 'politicoterapia'. Esta técnica combinaba la intervención sociopolítica con objetivos terapéuticos. Un ejemplo de esto es el 'Kin Sugi Kit', que consistía en restaurar cerámicas rotas uniendo las piezas con una laca especial y resaltando las cicatrices con polvo de oro, plata o platino, una metáfora preciosa de resiliencia.

Este evento fue un homenaje público y conmemorativo, abierto a toda la comunidad de Vigo, a los activistas, a los exintegrantes del colectivo y a cualquiera que quisiera conocer más sobre la historia y la lucha contra el VIH-SIDA. Por lo que se sabe, no hubo venta de entradas ni ningún coste asociado, lo que sugiere que fue un encuentro gratuito y accesible para todos. Un recordatorio de la importancia de la memoria y el apoyo mutuo.