Belén de dimensiones bíblicas

Si pasas por la Travesía de Vigo, hay un clásico navideño que acaba de cumplir medio siglo: el Belén de dimensiones bíblicas de Carlos Estévez. Este nacimiento no es solo una decoración, sino que está íntimamente ligado a la historia del barrio y al comercio familiar de tejidos que Carlos y su mujer, Adelaida Vaquero, abrieron hace 52 años en el número 135. Lo que empezó como algo pequeño se ha convertido en un verdadero patrimonio vecinal, ocupando el escaparate desde hace casi 50 años. Lo más impresionante es el esfuerzo de su creador. Carlos, que ya está cerca de los 80, superó una intervención abdominal complicada este mismo año, pero aun así se puso manos a la obra. Él mismo comentó que 'Estar quieto me comía', y su dedicación es tal que también monta otros nacimientos en varias parroquias de Vigo, como San Ignacio de Loyola o Nosa Señora de As Neves.

Hablamos de un belén monumental que suele rondar los siete metros y medio de longitud, aunque en años anteriores ha llegado a ocupar hasta 12 metros y dos escaparates. La característica que lo hace único son las figuras en movimiento. Carlos Estévez es un ingeniero autodidacta de la Navidad; utiliza mecanismos ideados por él, reaprovechando motores de hornos, microondas o programadores de lavadoras para articular las decenas de escenas. Este año, además de rotar elementos clásicos como el castillo, ha incorporado novedades interesantes. Podrás ver fuentes con varios chorros de agua, una pescadería en movimiento, y jardines inspirados en Babilonia, incluso con plantas naturales que él mismo cultiva. Un detalle a tener en cuenta es que la pieza central, el Niño Jesús, no se coloca hasta la mañana del 25 de diciembre.

Si te apetece verlo, la exposición está en el escaparate de la antigua mercería, en Travesía de Vigo, 135. Está disponible desde el 19 de diciembre de 2025 y se mantendrá hasta mediados de enero. Como está a pie de calle, verlo es totalmente gratuito. Solo tienes que tener en cuenta el horario si quieres asegurarte de que las luces y los mecanismos estén funcionando: puedes acercarte todas las tardes de lunes a viernes, entre las 17:30 y las 21:00 horas. Es un plan tranquilo y una buena excusa para ver de cerca una tradición que lleva medio siglo viva gracias al empeño de una sola persona.