Árbol de Navidad del Pazo de Castrelos

Si buscas un plan navideño que se salga un poco del centro y de las luces LED, tienes que saber que el Pazo Quiñones de León en Castrelos ha recuperado una tradición preciosa. Este año, coincidiendo con el centenario de la donación del Pazo a la ciudad, han decidido revivir la antigua costumbre de los Marqueses de Alcedo: abrir las puertas para que los vigueses puedan admirar su árbol de Navidad. No hablamos de una estructura gigante de luces, sino de un árbol "de verdad", decorado de forma tradicional con adornos y algunas luces, buscando ese ambiente más hogareño que a veces se pierde con el espectáculo masivo.

La historia detrás de esta iniciativa es bastante interesante y le da un peso especial a la visita, más allá de la decoración. Esta costumbre de los Marqueses de Alcedo, que data de principios del siglo XX, fue, según se ha señalado, "seguramente uno de los primeros árboles que se encendieron nunca en la ciudad, y seguramente uno de los primeros árboles que se encendieron en toda España". Es un detalle que conecta la Navidad actual con la historia local, y que forma parte de las actividades programadas para conmemorar el centenario de la donación del Pazo y sus jardines a Vigo en 2025. Aunque el encendido simbólico de la decoración de la fachada tuvo lugar el viernes 28 de noviembre, el verdadero atractivo está dentro, en el Pazo de Castrelos, donde se puede ver esta pieza central de la recuperación histórica.

Lo mejor de todo es que la visita para ver el árbol es totalmente gratuita, dirigida a toda la ciudadanía. Si quieres ir, el Pazo mantiene su horario habitual de museo (martes a viernes de 10:00 a 14:00 horas; sábados de 17:00 a 20:00 horas; y domingos de 11:00 a 14:00 horas). Pero han habilitado un horario especial de tarde, de 17:00 a 20:00 horas, para que sea más fácil verlo después del trabajo. Este horario extra aplica para el sábado 6 de diciembre (la fecha principal del evento) y también para todos los domingos de diciembre: el 7, 14, 21 y 28. Es una oportunidad genial para ver el Pazo en un contexto diferente y disfrutar de una Navidad con sabor a historia local.