A galiña azul

Por aquí por Vigo, la Obra Social de ABANCA, Afundación, tiene preparada una propuesta escénica que seguro que a muchos les suena: la obra de títeres 'A galiña azul' de Tanxarina Títeres. Es una de esas historias que ya se han convertido en un clásico de la literatura infantil, y que en esta ocasión cobra vida con unos 'fermosos bonecos' y una historia que, por lo que cuentan, es bastante tierna. La trama principal gira en torno a temas como la diversidad y la solidaridad, algo que siempre viene bien recordar, especialmente a los más pequeños. Si te suena el nombre, es porque este espectáculo ya tiene su recorrido; de hecho, en 2018 recibió el Premio Fetén a Mejor Espectáculo de Monicreques y también el Premio María Casares a Mejor Espectáculo Infantil, lo que ya te da una idea de la calidad de la propuesta.

Si te preguntas cuándo y dónde, las representaciones están programadas para los días 25, 26 y 27 de noviembre de este año, con dos funciones cada día: una a las 10:00 horas y otra a las 12:00 horas. El lugar elegido es el Auditorio do Teatro Afundación de Vigo, un espacio que ya conocemos bien para este tipo de eventos. Aunque está dirigido principalmente a escolares, concretamente a alumnos de 1º y 2º de Educación Primaria, la magnitud es considerable. Se espera que asistan más de 3600 estudiantes, que vienen de 72 centros educativos tanto de Vigo como de localidades cercanas. Es una iniciativa que busca llevar el teatro a las aulas de una forma diferente, saliendo de ellas.

La historia, para quien no la conozca, nos presenta a Lourenzo y su gallina azul. No es una gallina cualquiera, claro: tiene cinco plumas rojas en el ala derecha, es 'moi bonita e moi rara', y lo más curioso es que pone huevos de colores. Además, en lugar de decir el típico 'cacaracá', ella dice 'cocorocó', lo que parece que trae de cabeza a las autoridades. Es una premisa que ya de por sí invita a la reflexión sobre lo diferente y cómo se percibe. Desde Afundación, con esta programación de artes escénicas, buscan ir un poco más allá de la simple diversión. La idea es reforzar la formación que los estudiantes ya reciben en clase, promoviendo valores y competencias transversales. Hablan de potenciar el talento, la autonomía, la solidaridad, la creatividad, la autoestima y el trabajo en equipo, viendo las artes escénicas como una herramienta para estimular la observación, el diálogo y el desarrollo de habilidades sociales. Así que, más allá del entretenimiento, hay una intención educativa clara detrás de todo esto.