Actividad para descubrir la luna y observar el sol a través de un telescopio, organizada por Vigo Nature.
Si te apetece un plan diferente para las tardes de julio en Vigo, de esos que te hacen mirar al cielo con otros ojos, apunta esto: Vigo Nature ha organizado una actividad muy interesante llamada 'A cara oculta da lúa e coñecendo o noso sol'. Es una oportunidad para acercarse a los misterios de nuestro satélite y, de paso, observar nuestra estrella más cercana de una forma segura y didáctica. La propuesta es ideal para las familias, ya que está clasificada dentro de la categoría 'PEQUERRECHOS', lo que sugiere un enfoque pensado para los más jóvenes de la casa, aunque seguro que los adultos también disfrutan un montón.
La actividad principal de 'A cara oculta da lúa e coñecendo o noso sol' se centra en dos de los cuerpos celestes más importantes para nosotros: la Luna y el Sol. La idea es que los participantes descubran qué es la Luna, cómo se mueve y, lo más curioso, por qué siempre nos muestra la misma cara. Esto se debe a un fenómeno llamado rotación síncrona, donde la Luna gira sobre su propio eje a la misma velocidad que orbita la Tierra. Es fascinante pensar que, a pesar de su cercanía, hay una parte de ella que nunca vemos directamente desde aquí.
Además de desvelar los secretos lunares, la actividad incluye la observación del Sol a través de un telescopio. Es una experiencia única, ya que mirar el Sol directamente es peligroso, pero con el equipo adecuado y la guía de expertos, se pueden apreciar detalles de nuestra estrella que de otra forma serían imposibles de ver. Vigo Nature, ubicado en la Plaza de Los Leones, s/n, en el 36316 de Vigo, Pontevedra, es el escenario de esta propuesta. La actividad se repite todos los miércoles del mes de julio de 2025, con fechas confirmadas para el 9, el 16 y el 23 de julio. El horario es de 19:00 a 21:00 (GMT+02:00), un momento perfecto para aprovechar las últimas horas de la tarde.
Esta actividad no es solo mirar por un telescopio; es una invitación a entender mejor el universo que nos rodea. La Luna, por ejemplo, es mucho más que un simple punto brillante en el cielo nocturno. Es el único satélite natural de la Tierra, el quinto más grande del Sistema Solar, con un diámetro de 3476 km. Su superficie es sorprendentemente oscura, con una reflexión similar a la del carbón, y su influencia gravitatoria es la responsable de las mareas en nuestros océanos y del aumento gradual de la duración de nuestros días.
Se cree que la Luna se formó hace unos 4500 millones de años, tras un impacto gigantesco de un cuerpo del tamaño de Marte, al que se le llama Tea, contra la joven Tierra. Este evento explicaría tanto el momento angular del sistema Tierra-Luna como el pequeño tamaño del núcleo lunar. Después de su formación, la Luna sufrió un intenso bomboreo de asteroides y cometas hace entre 3800 y 4000 millones de años, lo que dio origen a la mayoría de los cráteres que hoy vemos. Más tarde, la actividad volcánica formó las llanuras oscuras que conocemos como 'mares', un proceso que finalizó hace unos 3000 millones de años.
La Luna tiene una estructura diferenciada, con corteza, manto y núcleo. Su núcleo interno es sólido y rico en hierro, rodeado por un núcleo externo de hierro líquido. La corteza tiene un espesor medio de unos 50 km. Es el segundo satélite más denso del sistema solar, solo superado por Ío. En su superficie, la cuenca Polo Sur-Aitken, en la cara oculta, es el cráter más grande de la Luna y de todo el sistema solar. Las regiones más claras y elevadas, con alta densidad de cráteres, se conocen como 'terrae' o 'montañas'. Toda la superficie está cubierta por regolito, una capa de material suelto formada por los impactos. Un descubrimiento importante para futuras misiones es la confirmación de la presencia de agua en forma de hielo en los cráteres polares.
El movimiento de la Luna alrededor de la Tierra es complejo. Tarda 27 días, 7 horas y 43 minutos en dar una vuelta completa respecto a las estrellas (revolución sideral), y 29 días, 12 horas y 44 minutos respecto al Sol (revolución sinódica), que es lo que determina las fases lunares. Gracias a las libraciones, unos pequeños movimientos aparentes, podemos llegar a ver hasta un 59% de la superficie lunar, a pesar de su rotación síncrona. Las fases, como la Luna creciente, la Luna llena (Plenilunio), la Luna menguante y la Luna nueva (Novilunio), son el resultado de cómo la luz del Sol ilumina la Luna desde nuestra perspectiva. Los eclipses, tanto solares como lunares, ocurren porque el Sol, aunque es 400 veces más grande que la Luna, también está 400 veces más lejos, lo que hace que ambos cuerpos abarquen el mismo ángulo sólido en el cielo.
La Luna tiene una atmósfera insignificante debido a su baja gravedad, lo que significa que su superficie no está protegida del bombardeo de cometas y asteroides, y los cráteres no se degradan por la erosión. Fue Galileo Galilei quien, en el siglo XVII, distinguió por primera vez los 'mares' y las 'montañas' en el relieve lunar, y la nomenclatura que usamos hoy fue introducida por Giovanni Battista Riccioli en 1651.
La exploración lunar comenzó en 1958 con programas como el soviético Luna y los estadounidenses Pioneer, Ranger, Surveyor, Lunar Orbiter y Apollo. El hito más conocido fue el alunizaje tripulado del Apollo 11 en 1969. Desde 1972, la Luna ha sido visitada por numerosas sondas no tripuladas de países como Japón, China, India, Estados Unidos y la ESA, y ya se están planeando futuras misiones tripuladas.
En Galicia, la astronomía tiene una historia rica. El Observatorio de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) celebra el centenario de su telescopio Steinheil, adquirido en 1925 por Ramón María Aller, un pionero en la investigación de estrellas dobles visuales en España. Este telescopio sigue funcionando perfectamente. Además, en 2023, el Observatorio Ramón María Aller incorporó un gran telescopio ruso tipo Ritchey-Chretien. La USC destaca la importancia de estos instrumentos para la divulgación y la producción científica, y es un orgullo saber que los alumnos gallegos muestran un alto nivel de conocimiento científico, según los informes Pisa. La Asociación Astronómica de Vigo (Astrovigo) también contribuye a la divulgación, publicando el 'Journal of Computational Astronomy & Astronomical Computing' y organizando eventos relacionados con la astronomía, como observaciones de eclipses y tránsitos de exoplanetas. Todo esto demuestra el interés y la actividad astronómica que hay en nuestra comunidad, y eventos como el de Vigo Nature son una excelente forma de acercar estos conocimientos al público general.
Aquí tienes toda la información clave para disfrutar de esta actividad:
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