
Si eres de Vigo, sabes que nuestra historia está literalmente bajo nuestros pies. Durante años, hemos oído hablar de la antigua muralla que protegía la villa, pero la mayoría de sus restos han permanecido ocultos o, peor aún, sepultados de nuevo tras ser descubiertos. Por eso, el hallazgo del baluarte de A Falperra en 2023, en la confluencia de Elduayen y el Paseo de Alfonso XII, fue una noticia que nos recordó el rico pasado defensivo de la ciudad.
Para entender la magnitud de este descubrimiento, hay que recordar que la muralla de Vigo se levantó a toda prisa a partir de 1656, durante el reinado de Felipe IV, en plena Guerra de Restauración portuguesa. El objetivo era proteger el Casco Vello de los constantes ataques de piratas y enemigos, como los ingleses o los portugueses. Esta fortificación, que unía el Castillo de San Sebastián con la Fortaleza del Castro, no era precisamente un prodigio de la ingeniería militar de la época, ya que se construyó con pocos recursos y sin foso. Sin embargo, fue vital hasta que la expansión urbana del siglo XIX la hizo obsoleta y se autorizó su demolición, siendo el baluarte de A Laxe el último en caer en 1896. Desde entonces, cada vez que una obra toca el subsuelo, la historia de Vigo vuelve a asomar.
El baluarte de A Falperra, un elemento defensivo típico de la Edad Moderna con forma de cuña, se localizó durante los sondeos arqueológicos previos a la prolongación del túnel que conectará Policarpo Sanz con el Barrio do Cura y Torrecedeira. Lo que hace este tramo tan especial es su estado de conservación: se encontraron más de 18 metros de la estructura, con muros de más de dos metros de ancho y unos cinco metros de altura. Los arqueólogos de la empresa Anta de Moura confirmaron que era el tramo más largo y mejor conservado de la muralla de los siglos XVII-XIX hallado hasta la fecha. Imagínate, en 2009 ya se había localizado la cimentación de este mismo baluarte, pero como tantas otras veces (como ocurrió con los restos de la muralla en Carral o la Puerta de A Gamboa), la tierra volvió a tapar la historia sin que se pusiera en valor.
La cosa se puso interesante porque el baluarte, catalogado como Bien de Interés Cultural y situado en el ámbito de protección del yacimiento arqueológico del Casco Vello, se cruzaba directamente con la trayectoria del túnel. La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia intervino, exigiendo que los restos fueran respetados y conservados in situ. Esto obligó al Concello a replantear el proyecto, que inicialmente no contemplaba esta joya histórica. Finalmente, en agosto de 2025, la Xunta autorizó una solución arquitectónica innovadora, diseñada por Alfonso Penela y Pedro de la Puente, que permite la conservación y exhibición del baluarte. El plan consiste en bifurcar el túnel en dos viales a cotas más bajas, creando una especie de isla central donde el baluarte permanecerá en su lugar original. Este espacio se abrirá en la parte superior del Paseo de Alfonso XII, rodeado de un área porticada, permitiendo que los vigueses y visitantes puedan contemplar por fin este fragmento de nuestra muralla.
Este esfuerzo por salvar y mostrar el baluarte de A Falperra marca un cambio importante respecto a la tendencia histórica de sepultar los hallazgos. De hecho, el Concello está trabajando en una base de datos con imágenes digitales en 3D de los restos arqueológicos más destacados, incluyendo este baluarte, para que la ciudadanía pueda consultarlos. Es una oportunidad única para que la historia de Vigo, esa que siempre ha estado escondida bajo el asfalto, salga a la luz y se convierta en parte visible de la ciudad.
Fecha de publicación
10 de diciembre de 2025
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