Nacimiento de Mallou

El Nacimiento de Mallou, un clásico de estas fechas en Santiago de Compostela, vuelve a abrir sus puertas en el antiguo supermercado Fina, en el barrio de Mallou. Este año, desde el 30 de noviembre de 2025 hasta el 7 de enero de 2026, la familia de Rogelio Pérez ha reinventado por completo su belén, que ya es una tradición que pasa de generación en generación. Rogelio, que heredó la pasión de su padre, ha estado trabajando desde junio para montar esta impresionante instalación que ocupa más de 50 metros cuadrados y se distribuye en dos alturas. Incluso su nieto, Iker, ha puesto su primera pieza este año, un angelito, lo que demuestra cómo esta afición sigue viva en la familia. En total, podrás ver más de 2.500 figuras, de las cuales un centenar son completamente nuevas.

Entre las novedades más destacadas, han incorporado una cascada de agua natural de unos dos metros de altura, que antes no existía, y un estanque de 350 litros que mueve el agua para todas las cataratas y ríos del belén. También han creado una zona de Egipto muy detallada, que representa la huida de San José, María y el niño Jesús, con un templo, el río Nilo con barcas circulando y hasta una momia dentro de una pirámide. El mercado y el colegio se han renovado por completo, y se han añadido escenas como el desposorio de María y José o el empadronamiento, junto con muchas casas nuevas talladas en poliespán. Además, el tío de Rogelio, José Manuel Martínez, ha creado nuevas figuras en movimiento, como una barca con un pescador moviendo los remos, gallinas comiendo, un hombre que sube y baja la pesca en el embarcadero y el columpio de un niño, que le dan mucha vida al conjunto.

El belén está lleno de pequeños detalles y guiños personales que lo hacen único. Encontrarás un herrero en honor al abuelo de Rogelio, una 'rosquilleira' que recuerda a su abuela en la recreación de la fiesta del Cruceiro, un recaudador en la puerta, una 'pantalla del entroido' en homenaje a amigos de Xinzo, la tuna de Santiago, el Apóstol haciendo el Camino, una pequeña huerta natural con lechuga y cebolleta, y una figura típica de la Provenza que les regaló un visitante francés. La entrada al Nacimiento de Mallou es gratuita, pero la familia, como ya es habitual, pide a cambio alimentos para donar al Cottolengo, una bonita forma de combinar la tradición con la solidaridad.