Mercado Galego da Creatividade: Quinto Aniversario

El Mercado Galego da Creatividade está de celebración, y es que el próximo 5 de diciembre de 2025 cumplen su quinto aniversario. Este espacio, que ya es un referente en la rúa da Caldeirería de Santiago de Compostela, se ha consolidado como un punto de encuentro para el trabajo artesanal cooperativo. Actualmente, acoge las creaciones de 400 profesionales, lo que demuestra la fuerza de este proyecto. Además, hace poco recibieron el 'Premio Comercio Galego', un reconocimiento que subraya su importancia en el panorama local.

La historia detrás del Mercado es bastante interesante. Fue impulsado por tres mujeres: Bea Barril, Sandra de Rego e Isabel Pernas, quienes formaron la cooperativa Creativas Galegas. La idea surgió de necesidades muy concretas: Bea buscaba un local para interactuar con sus clientes, Sandra necesitaba un espacio de venta y Isa quería un sitio cultural en Santiago. Empezaron con tiendas efímeras en el Mercado La Galiciana y en la Senra en la Navidad de 2019. La buena acogida y las circunstancias de la pandemia las animaron a montar un espacio fijo y colectivo en la Caldeirería en 2020. Abrieron con 23 firmas de artesanía, y desde entonces, el número no ha parado de crecer.

Lo que hace especial al Mercado Galego da Creatividade es su funcionamiento. La tienda opera de forma cooperativa, donde las distintas marcas rotan sus productos y los propios creadores atienden por turnos, siempre con al menos dos personas presentes cada día. Esto genera un ambiente de equipo y apoyo mutuo, como se ve en casos de artesanos que han crecido dentro del proyecto. Cada una de las impulsoras tiene su rol: Bea se encarga de la contabilidad y el interiorismo, organizando los casi 40 'corners' de la planta principal; Isa lleva la comunicación y la gestión del local; y Sandra se ocupa de las redes sociales. Además, el bajo de la tienda cambia cada quince días con la muestra de una marca diferente, y a veces organizan un 'Mercado tarado' con piezas a precios más asequibles. Incluso tienen un patio interior con un camelio de 200 años, que es un pequeño tesoro que muestran a los peregrinos. El éxito del modelo es tal que han recibido consultas de otras ciudades y comunidades interesadas en replicar su iniciativa.