La ruta de las luces caseras cerca de Santiago

Si estás en Santiago estos días, sabes que el ambiente es más bien tranquilo y espiritual, lejos del deslumbrante 'efecto Vigo' que lo inunda todo. Pero si te apetece un subidón de luces sin irte a la otra punta de Galicia, tengo la ruta perfecta. En la comarca de Compostela, la gente se ha puesto las pilas y hay casas y aldeas que compiten en espectacularidad. Es la 'Ruta Alternativa de la Navidad', y lo mejor es que hoy, sábado 27 de diciembre, es un día ideal para hacerla.

El epicentro de esta locura luminosa está en Vedra, a tiro de piedra de Santiago. Aquí hay dos paradas obligatorias. La primera es la aldea de Romarís, donde sus menos de 50 vecinos se han puesto de acuerdo para decorar las 13 casas. Es un espectáculo de comunidad que atrae a decenas de coches cada noche. Allí, David García y sus vecinos montan figuras gigantes: este año tienen un Papá Noel de 11 metros de alto y un árbol de 12 metros. Las luces se encienden sobre las 20:00 y están hasta medianoche, así que tienes tiempo de sobra para llegar después de cenar.

A unos 14 kilómetros, pero todavía en Vedra, está la casa de Santa Cruz de Ribadulla, la de Josefina Campaña y Luis Barco. Lo que la hace especial es que todo es artesanal. Luis, que trabaja con viñas, usa el alambre de las podas para crear las estructuras, y Josefina las diseña. Es un trabajo de meses. El despliegue es brutal: hablamos de entre 18.000 y 20.000 LEDs, un árbol de diez metros y hasta un tren de luz de 2,5 metros. Es tan popular que cada noche se paran hasta 60 coches solo para verla. La decoración se ve perfectamente desde la N-525, la carretera que va de Ourense a Santiago.

Si buscas al pionero de esta moda, tienes que ir a Ordes. En Santa Cruz de Montaos, justo al borde de la N-550, está la casa de Nano Pérez y Charo García, que llevan decorando con mimo desde 2004. Ellos abrieron la veda. Usan unos cinco kilómetros de luces LED y, aunque tienen un Papá Noel de 4 metros y un muñeco de nieve gigante, la novedad de este 2025 es un belén con los Reyes Magos. Sus luces se encienden pronto, sobre las 18:30, así que es una buena primera parada si sales temprano.

Ya de vuelta en la capital, Santiago también tiene sus puntos calientes. El más famoso es la urbanización de O Castiñeiriño, en las calles Teresa Claramunt y Carmen Laforet. Desde la pandemia, unos 25 adosados se han sumado a la fiesta, con al menos 10 casas decoradas por hilera. Es un esfuerzo vecinal que ha convertido la zona en un destino de paseo. Allí verás árboles de cuatro metros y bolas navideñas de casi dos metros. Las luces se prenden sobre las 19:30.

Otro punto curioso en Santiago es San Lázaro, en la rúa SD Compostela. Si te acercas a los chalets adosados, busca el número 49, porque allí tienen un enorme muñeco del Grinch que se ha hecho famoso. Es una decoración divertida y elegante que demuestra que el espíritu navideño no tiene por qué ser siempre tradicional.

Para completar el recorrido, hay dos paradas más en la comarca. En Santa Comba, en el lugar de Vilarnovo, hay una casa que atrae a unos 20 coches cada noche. Tres vecinos (David, su hermano y Sonia Antelo) se encargan de que no quede ni un centímetro sin iluminar. Las luces están puestas desde las 18:30 hasta la medianoche. Finalmente, si pasas por Teo, también verás que se han sumado a la tendencia. Hay casas decoradas en la carretera principal de Cacheiras y también en la residencia de Os Verxeles.

En resumen, si la Navidad de Santiago te parece demasiado sobria, la comarca te ofrece una ruta de luces caseras que demuestran que el espíritu festivo, cuando es cosa de vecinos, brilla con mucha más fuerza.