
Oye, si estás en Santiago y ya has visto las luces de la Alameda y el Mercado de Nadal, pero te apetece una escapada de un día para ver esa magia navideña de pueblo, tengo varias rutas que te van a encantar. La clave es que no tienes que irte hasta Vigo para ver algo espectacular; hay aldeas que se lo curran muchísimo, y lo mejor es que están a tiro de piedra de Compostela.
Empezamos por la opción más cercana y familiar: Lalín, en Pontevedra. En menos de 45 minutos en coche desde Santiago, llegas a sus famosas Aldeas de Nadal. Esto no es solo un árbol grande, es un parque temático a escala de pueblo. Montan más de 40 casitas de madera repartidas por las plazas, creando escenarios temáticos donde puedes ver la casa de Papá Noel, la del Apalpador o la de los Reyes Magos. La decoración es totalmente artesanal y sostenible, y para que no te pierdas nada, suelen tener un tren turístico gratuito que te lleva por las principales aldeas. Es un plan perfecto para la tarde, terminando con algo de la gastronomía local en su Casita Gastro, donde los hosteleros de la zona ofrecen sus propuestas.
Si buscas un plan que combine la luz más espectacular con el encanto medieval, la ruta hacia Ourense es la tuya. La primera parada es Ribadavia, a poco más de una hora de Santiago. Este pueblo se hizo famoso por ganar el concurso de iluminación de Ferrero Rocher, y la verdad es que la iluminación que montan es espectacular. Las luces doradas resaltan el casco histórico, especialmente la Plaza Mayor y el antiguo barrio judío. Es un paseo precioso al anochecer, con el Castillo iluminado de fondo, que te ofrece unas vistas dignas de postal.
A solo media hora de Ribadavia, tienes Allariz, que es el referente de la Navidad sostenible en Galicia. Aquí no buscan competir con millones de luces LED, sino con creatividad y conciencia ambiental. Desde 2017, el pueblo se transforma con decoraciones hechas a mano con materiales reciclados como madera, lana y algodón. Montan hasta once localizaciones temáticas, como un Minimundo, un Bosque del Castillo o un poblado nevado. Es una experiencia muy diferente, más centrada en la artesanía y la comunidad, y puedes disfrutar de este ambiente hasta el 9 de enero. La Concelleira de Promoción Económica lo define bien: es una propuesta que combina tradición, creatividad y comunidad, buscando la diferenciación más que el brillo exterior.
Si prefieres quedarte más cerca de la costa y buscas un escenario monumental, tienes la opción de Soutomaior, en Pontevedra, a una hora de Santiago. Aquí la estrella es el Castillo de Soutomaior, que se viste de gala con miles de luces. Iluminan desde la Torre del Conde hasta la muralla exterior, creando un escenario de cuento. Además de la iluminación, suelen organizar actividades como visitas teatralizadas y proyecciones de videomapping sobre la Torre del Homenaje. El encendido del castillo suele ser a principios de diciembre, así que si vas ahora, el espectáculo ya estará en marcha.
Otra aldea que merece una mención, aunque está un poco más lejos (cerca de Allariz), es Vilanova dos Infantes. Este pequeño burgo medieval se viste de gala con decoraciones hechas a mano por sus vecinos, con gnomos, casitas del poblado de Papá Noel y un fotocall navideño. Es un lugar tranquilo, ideal para quienes buscan una Navidad más íntima y artesanal, sin el bullicio de las grandes ciudades. Así que, si te apetece cambiar el ambiente de Santiago por una de estas aldeas iluminadas, tienes opciones para todos los gustos, todas accesibles para volver a casa esa misma noche.
Fecha de publicación
08 de diciembre de 2025
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