Puestos de maquillaje y clases de disfraces

El pasado 1 de noviembre de 2025, coincidiendo con el Día de Difuntos, Pontevedra se llenó de una atmósfera especial gracias a A noite dos calacús. Esta fiesta, pensada para toda la familia, tuvo su epicentro en el Mercado de Pontevedra y se centró en recuperar y celebrar las tradiciones gallegas más auténticas. La temática principal giró en torno a fantasmas, difuntos, esqueletos y cuervos, con faroles que recordaban el paso de la Santa Compaña, creando un ambiente único y lleno de historia.

Dentro de esta celebración, los Puestos de maquillaje y clases de disfraces fueron un punto clave. La idea era preparar a todos para la posterior Procesión das Ánimas, ofreciendo la oportunidad de improvisar disfraces y maquillajes temáticos. Pero la oferta de actividades iba mucho más allá: se organizaron talleres de cocina para elaborar el tradicional pan de ánimas, manteniendo viva la costumbre de dejar trozos en la mesa para los difuntos. También hubo talleres para crear collares con castañas, donde cada fruto simbolizaba un alma liberada del purgatorio, y otros para tallar calabazas que luego se usarían como linternas. Para los amantes de las historias, no faltaron los cuentos de miedo y espanto, que completaron la experiencia.

Una vez listos los preparativos, fantasmas, difuntos y esqueletos tomaron el centro histórico en la Procesión das Ánimas. Este desfile sigiloso, que rememoraba la tradición gallega de la Santa Compaña, recorrió distintas calles con una iluminación reducida y una música de ultratumba que acompañaba el paso. Aunque tradicionalmente la Santa Compaña auguraba peligro, en esta ocasión la procesión se planteó como una forma de espantar el miedo a la muerte, tanto para niños como para mayores, convirtiéndose en un momento de conexión con el pasado de una manera diferente.

Además, la hostelería local se sumó a la iniciativa, ambientando sus establecimientos con motivos inspirados en las tradiciones gallegas de Difuntos. Muchos ofrecieron platos o menús especiales y un cóctel calacú único para brindar por la fiesta. Aunque no se mencionaron costes específicos para los talleres o puestos, el ambiente general de la fiesta sugería una celebración accesible para todos los que quisieran participar.