Lucha colectiva en contra del edadismo

El pasado miércoles 3 de octubre de 2025, la sede de Afundación en Pontevedra fue el escenario de una jornada muy significativa: la 'Lucha colectiva en contra del edadismo'. Este evento, que se organizó con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, no solo se celebró aquí, sino que también tuvo lugar en otras diez sedes de Afundación por toda Galicia. La iniciativa buscaba, de forma clara y directa, combatir el edadismo en la tercera edad y fomentar una sociedad donde la edad no sea un motivo para limitar a nadie.

Durante la jornada, uno de los momentos centrales fue la lectura de un manifiesto que defendía una sociedad libre de edadismo. Se puso mucho énfasis en la necesidad de tener una 'mirada diversa en la que los años suman al valor común y no son en ningún caso un motivo de limitación'. Además, se invitó a todos los asistentes a compartir sus pensamientos sobre una pregunta muy personal: '¿Qué quiero seguir haciendo sin que la edad me frene?'. Las reflexiones fueron muy variadas, abarcando desde la salud física y mental hasta la forma de vida, el valor de las opiniones, la ilusión por el futuro y la capacidad de tener una vida plena, mostrando la diversidad de percepciones sobre las supuestas barreras que impone la edad.

Es importante recordar que el edadismo se define como la estereotipación y discriminación contra personas o colectivos por motivos de edad, especialmente si son muchos años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que una de cada dos personas tiene actitudes edadistas hacia las personas mayores, y un tercio de ellas admite haber sido objeto de prejuicios o discriminaciones por su edad. Esto puede tener consecuencias serias, como el aislamiento social, un mayor riesgo de abusos o la pérdida de autonomía. A menudo se le describe como una discriminación 'silenciosa y normalizada' que, en el fondo, 'empobrece al conjunto de la sociedad' al ignorar la diversidad y la riqueza que aporta la vejez. Eventos como el de Afundación buscan precisamente eso: concienciar y promover el respeto y la dignidad a todas las edades, para que podamos envejecer con dignidad y sin discriminación, en una sociedad más justa y democrática.