Flores e versos para Isaac Díaz Pardo

Este 22 de agosto, Pontevedra ha vuelto a recordar a una figura clave de la cultura gallega: Isaac Díaz Pardo. Como cada año desde 2023, los Jardines de Marescot, justo delante de la facultad de Belas Artes, acogieron el evento 'Flores e versos para Isaac Díaz Pardo'. Es un homenaje que busca mantener viva la memoria de este intelectual, ceramista, escritor, pintor, diseñador y empresario, justo en el 105º aniversario de su nacimiento. Para quienes no lo conozcan en profundidad, Díaz Pardo fue una mente brillante, hijo del pintor y escenógrafo Camilo Díaz Baliño, y dejó una huella imborrable en Galicia con su trabajo y visión.

El acto central de este encuentro, organizado por la diseñadora y activista cultural Loli Beloso, consistió en una ofrenda floral y la lectura de poemas. Este año, las voces de Carlota Chan y José Serantes resonaron entre los jardines, añadiendo un toque emotivo a la conmemoración. El lugar elegido no es casual: el homenaje se realiza al pie de la escultura, un busto de Isaac Díaz Pardo, que fue instalada allí en 2019 por el Foro Enrique Peinador con motivo del Día de la Galeguidade Empresarial. El escultor de esta pieza es José Molares, quien también ha estado presente en esta conmemoración anual.

Díaz Pardo, nacido en 1920 y fallecido en 2012, tuvo una vida dedicada a la cultura y la empresa. Su padre, Camilo Díaz Baliño, fue asesinado durante la Guerra Civil. Estuvo casado con Carme Arias de Castro Montero, conocida como 'Mimina', y a lo largo de su vida recibió importantes reconocimientos como el Pedrón de Ouro, la Medalla de Ouro de Galicia y el premio Laxeiro. Este evento, abierto a la ciudadanía y sin coste alguno, busca precisamente mantener viva su memoria. De hecho, contó con la participación de personalidades como el arquitecto César Portela (Premio Nacional de Arquitectura) y Fernando Filgueira de la Fundación Filgueira Valverde, además de los pintores Tato Heredia y Jaime Falcón en diferentes ocasiones.

Después del acto principal en los jardines, parte de los asistentes se trasladaron a la sede de la asociación 'A Roseira de Loli', en Tomeza. Allí se celebró una pequeña gala de apoyo a la fundación Kalipay, que trabaja en la Isla de Negros, en Filipinas. Este encuentro posterior añade otra capa al evento, conectando el homenaje cultural con una causa solidaria.