Rolando 2:15 – 2:45. 50 años de la primera masacre de ETA

Este septiembre, la UNED de Monte Porreiro en Pontevedra acoge una exposición que nos invita a mirar atrás en un momento importante de nuestra historia reciente. Se trata de 'Rolando 2:15 – 2:45. 50 años de la primera masacre de ETA', una muestra que conmemora el 50 aniversario del primer atentado indiscriminado de ETA. Si te interesa la historia y cómo se construyó nuestra sociedad actual, esta es una oportunidad para acercarte a un episodio que marcó un antes y un después. La exposición estará abierta al público en el centro universitario de Monte Porreiro desde el 1 hasta el 26 de septiembre de 2025, con un horario de lunes a viernes, ininterrumpido de 10:00 a 20:00 horas.

Esta exposición es un proyecto itinerante del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, pensado para que las nuevas generaciones y los universitarios conozcan mejor esta parte de nuestra historia democrática. La muestra se organiza en 22 paneles, cada uno con códigos QR para ampliar la información, que recorren los momentos clave del atentado y, lo más importante, cuentan las historias de las 13 víctimas mortales. También hay un panel dedicado a los 'héroes', esas personas que, sin dudarlo, arriesgaron su vida para ayudar a los afectados, como vecinos, empleados, bomberos o sanitarios. Además, podrás ver elementos vinculados al suceso, como una maqueta de los locales afectados, una reproducción de la maleta-bomba y algunos objetos personales de los asesinados. La UNED, por su parte, complementa la exposición con monografías y DVD de sus fondos, para que quien quiera pueda profundizar en la violencia política y el terrorismo de aquella época.

El atentado de la cafetería Rolando ocurrió el viernes 13 de septiembre de 1974, a las 14:30 horas, cuando una potente bomba explotó en el salón comedor de la cafetería, en la calle del Correo, muy cerca de la Puerta del Sol en Madrid. Fue un golpe brutal que inicialmente causó 11 muertes, y dos personas más fallecieron después a causa de las heridas, elevando el número final a 13 víctimas mortales. Aunque ETA no lo reivindicó en su momento, culpando a otros, su responsabilidad no se reconoció hasta 2018. Este hecho, el primer atentado indiscriminado de la banda, dejó a muchos supervivientes y familiares sintiéndose 'muy olvidados'. La exposición busca precisamente eso: recordar y reflexionar sobre este episodio, fomentando la memoria colectiva y el compromiso social. Es una forma de entender la magnitud de lo ocurrido y sus consecuencias, y de rendir homenaje a las víctimas.