La noche de Halloween tiene su lado dulce: postres y comidas tradicionales

Este 31 de octubre de 2025, Ourense se prepara para una celebración de Halloween que, más allá de los disfraces, se centra en el Samaín y sus sabores más auténticos. La noche de Halloween aquí tiene un lado dulce y tradicional, donde la gastronomía local toma el protagonismo. Aunque el "truco o trato" anglosajón es popular entre los más jóvenes, que aprovechan para disfrazarse y disfrutar de fiestas, la esencia ourensana se vive en las mesas y en los escaparates de las panaderías y pastelerías.

Estos días, los obradores de la ciudad se llenan de dulces que mantienen viva la tradición gallega. La demanda de estos productos se dispara, y como bien señala Camilo Álvarez, presidente de la Asociación Provincial de Pasteleros, "o 80% dos pedidos chegan a última hora, sobre todo os venres. A xente é moi leal, aínda que chova, veñen a peir, sobre todo buñuelos e huesos de santo". Entre los protagonistas de esta festividad, encontramos las chulas de calabaza (o calacú), unas tortitas o buñuelos cuyo ingrediente principal es la calabaza, que se cuece, se aplasta y se mezcla para luego freírla. Los buñuelos de viento son otro clásico; estas bolas de masa fritas, que duplican su volumen, se rellenan tradicionalmente de crema, nata o trufa, y se dice que al comer uno, se ayuda a un alma a liberarse del purgatorio. También verás los huesos de santo, elaborados con mazapán y rellenos de dulce de yema, aunque ahora muchas pastelerías los ofrecen con sabores como fresa o chocolate. Y aunque son más típicos de Cataluña, algunos obradores ourensanos preparan sus propias versiones de panellets, dulces de almendra y boniato con piñones, coco o cacao.

Pero no todo es dulce. La empanada gallega es un plato que no suele faltar en muchas comidas de Samaín, con su masa crujiente y su relleno sabroso. Las castañas asadas también empiezan a aparecer antes del Magosto, que en Ourense es el 11 de noviembre. Se suelen acompañar de vino joven, y simbólicamente, se cree que comer una castaña libera un alma del purgatorio. Incluso se hacen rosarios de "zonchos" (castañas cocidas con cáscara) para que los niños los ofrezcan. Muchas celebraciones de Samaín culminan con una queimada, un rito perfecto para dar paso a la noche de Fieles Difuntos. Otros dulces que puedes encontrar son los pestiños, el dulce de membrillo que se prepara en noviembre y dura todo el invierno, o el pan de calabaza.

Esta festividad, que atrae tanto a los jóvenes por sus disfraces y fiestas como a un público general interesado en la gastronomía y las tradiciones de Todos los Santos, convive con las visitas a los cementerios y la compra de flores. El sector hostelero de Ourense, especialmente en el Casco Vello, nota un aumento en las reservas para la "noche del terror", consolidando esta fecha en el calendario local.