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El campus universitario de Ourense alberga un jardín con más de cien especies de árboles de todos los continentes, ofreciendo un espacio de biodiversidad y divulgación.
Descubre la impresionante biodiversidad del campus de la Universidade de Vigo, un espacio verde que invita a un recorrido único por la flora de los cinco continentes.
A pocos minutos del bullicioso centro de Ourense, se esconde un verdadero tesoro natural: el jardín de mil árboles del campus universitario. Este espacio, gestionado con esmero por la Universidade de Vigo a través de su oficina de medio ambiente y bajo la supervisión del técnico especialista en jardinería y zonas verdes, Ramón Díaz, se ha consolidado como un referente de biodiversidad urbana. La labor de conservación y divulgación se remonta a más de 25 años, transformando las áreas exteriores del campus en un fascinante recorrido botánico.
El pasado verano, este jardín alcanzó un hito significativo con la plantación de su árbol número mil, sumando ya más de 150 especies diferentes. Este compromiso con la naturaleza se refleja en la política de la universidad: por cada ejemplar que se pierde, se plantan tres nuevos, asegurando así el crecimiento y la vitalidad de este ecosistema urbano. Para facilitar la experiencia de los visitantes, la universidad ha desarrollado un mapa detallado que registra cada unidad arbórea, complementado con paneles informativos que ofrecen datos sobre la denominación, origen, distribución, descripción y uso de cada especie. Además, la información está disponible a través de códigos QR, permitiendo a los usuarios acceder a detalles adicionales mediante sus dispositivos móviles, e incluso ser guiados por GPS en busca de especies específicas.
El extenso jardín de la Universidade de Vigo se divide en dos zonas con características bien diferenciadas, cada una con su propia personalidad y encanto.
El campus norte, el más antiguo e histórico, ocupa el recinto del antiguo hospital provincial de principios del siglo XX. Aquí, los visitantes pueden admirar los árboles más longevos y de mayor porte, algunos de los cuales rozan el centenar de años. Entre ellos, destacan los imponentes pinos de Oregón, que alcanzan los 40 metros de altura, y los numerosos plataneros que flanquean el paseo principal, siendo la especie más abundante en esta sección.
Por otro lado, el campus sur, conocido también como Campus da Auga, es de creación más reciente y presenta una flora distinta. Predominan las praderías ornamentales, diseñadas con hierbas autóctonas para facilitar el tránsito de personas, y una gran barrera verde de laureles, madroños y otros árboles frondosos que delimita la parte superior. Es en esta zona donde se han realizado las plantaciones más recientes, contribuyendo a la constante expansión y diversificación del jardín.
La filosofía detrás de cada nueva plantación en el campus ourensano es clara: aumentar la variedad del jardín. Gracias a esta visión, el espacio botánico alberga hoy más de 150 especies, con representación de todos los continentes. Es posible encontrar flora originaria de lugares tan dispares como Nueva Zelanda, Japón, Estados Unidos o la cordillera del Himalaya, ejemplares que rara vez se ven en otros puntos de la provincia de Ourense.
Entre las especies más notables, sobresalen los cedros, cuya inclusión en el Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia está siendo gestionada por la universidad. Seis de estos majestuosos ejemplares, con más de 90 años de antigüedad, pertenecen a las singulares variedades del Atlántico, del Himalaya y del Líbano. La presencia de las cuatro especies de cedros reconocidas (Atlas, Himalaya, Líbano y Chipre) en un mismo espacio es, de hecho, un caso excepcional a nivel peninsular.
Pero la riqueza no termina ahí. El jardín también es hogar de un ombú recién plantado en el campus sur, uno de los pocos existentes en toda la provincia; un cycas revoluta, considerado un "fósil viviente" por su antigüedad evolutiva; y los vistosos ginkgos biloba, otra especie ancestral. No se olvidan los árboles autóctonos, como el quercus robur que fue el ejemplar número mil, un roble senlleiro de Galicia.
El campus ourensano no solo es un santuario para la flora; también es un refugio para la fauna local. En el centro de la zona norte, un estanque "naturalizado" se ha convertido en un vibrante foco de vida silvestre. Lejos de ser un espacio descuidado, su apariencia "asilvestrada" es el resultado de una gestión consciente que permite el crecimiento de plantas autóctonas con mínima intervención humana.
Este estanque es el hogar de diversas especies de patos, como los ánades reales que deleitan a los más pequeños, gallinetas y una variada población de anfibios. Cada año, nuevos nidos atestiguan la prosperidad de la vida silvestre en este oasis urbano, demostrando cómo la naturaleza puede florecer incluso en el corazón de la ciudad.
El jardín del campus está diseñado para ser explorado y disfrutado. Su finalidad principal es acercar la biodiversidad a la ciudadanía en un entorno urbano. Los paneles informativos y los recursos digitales, como el mapa interactivo y la guía digital de árboles, transforman un simple paseo en una experiencia educativa enriquecedora. Las visitas educativas son frecuentes, y el espacio también sirve como campo para diversas investigaciones botánicas.
Más allá de su valor natural y educativo, el campus universitario es también un espacio cultural. Alberga diversas obras artísticas, como la escultura dedicada a la Xeración Nós en el campus sur, el "Camino de la Igualdad" que rinde tributo a mujeres destacadas, o el "Búho de la Sabiduría" tallado en el tronco de un cedro. Además, cuenta con la Sala Alterarte para exposiciones temporales y el Museo de la Cornamusa, que exhibe una colección de gaitas de todo el mundo.
Para aquellos que deseen extender su exploración, la ruta del jardín puede llevar hasta la Sobreira da Loña, un impresionante alcornoque catalogado como Árbol Singular de Galicia, situado en las inmediaciones del campus.
El jardín de mil árboles del campus universitario es un claro ejemplo del compromiso de Ourense con la creación de espacios verdes y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Este oasis botánico no solo embellece la ciudad, sino que también contribuye a mitigar el impacto del calor, mejorar la calidad del aire y fomentar la biodiversidad en un entorno urbano. Es un lugar donde la naturaleza, la educación y la cultura se entrelazan, ofreciendo a residentes y visitantes una experiencia única y enriquecedora en el corazón de la ciudad de Ourense.
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