Concierto de El Mundo de Sofía

El pasado 29 de agosto de 2025, la Praza Maior de Ourense se llenó de música para despedir el ciclo 'La Plaza en directo' con el concierto de El Mundo de Sofía. Este evento marcó el cierre de una iniciativa que ha animado las noches de verano en la ciudad durante julio y agosto, buscando ofrecer una alternativa cultural y musical en un momento en el que, a veces, parece que la ciudad se vacía. La idea detrás de todo esto era precisamente esa: darle la vuelta a la percepción de un Ourense tranquilo en esos meses y poner en valor el talento local.

Detrás de este ciclo, y del concierto de El Mundo de Sofía, estuvo una asociación espontánea de hosteleros de la propia Praza Maior. Nombres como Trampitán, Café Druida, Bar Mundial, Tamarindo y Heladería Praza Maior se unieron para sacar adelante esta propuesta. Su objetivo era claro: cubrir un vacío institucional y dar una plataforma a los músicos de Ourense. Personas como Rubén Gil, del Tamarindo, y Elvira Cidre, del Trampitán, fueron piezas clave en la promoción y gestión de todo el proyecto. Es interesante ver cómo, a pesar de que el Concello de Ourense no apoyó la iniciativa y solo cobró tasas por el uso de la plaza, estos hosteleros, con recursos propios y la colaboración de empresas como Skoda y Apersa, lograron mantener viva la música en el corazón de la ciudad. Sobre si los conciertos eran de pago o gratuitos, no se especificó, pero la gestión con recursos propios y patrocinadores suele apuntar a eventos de acceso libre.

El ciclo 'La Plaza en directo' no solo trajo a El Mundo de Sofía, sino que durante el verano pasaron por el escenario otros grupos como The Quarentones, Besbellos, & Johnsons, Perro Futuro, Soulmate y Hermanos Walker. La propuesta estaba pensada para el público en general, con un foco especial en los músicos de Ourense y en ofrecer a la gente una forma de disfrutar de las noches de verano. La intención de los organizadores era revitalizar la vida cultural de la ciudad en julio y agosto, buscando 'salvar lo que verdaderamente importa, la espiritualidad y el sentir de la gente'. Fue una forma de demostrar que Ourense tiene mucho que ofrecer y que su gente está dispuesta a mover ficha para que las cosas pasen.