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Manolo González presentará su libro ‘O cineísta andarengo’, acompañado de Rigoberto Marrero Piñón y Pepe Coira.
Este martes, la Librería Trama de Lugo acoge una cita muy interesante para los amantes de la cultura gallega y la historia del cine. Se presenta 'O cineísta andarengo. A propósito de Bernardino de Lamas', el nuevo libro de Manolo González, una obra que rescata del olvido la fascinante figura de Alfonso Piñón, un pionero del cine amateur en Galicia.
Si te interesa la historia local, el cine, el periodismo o simplemente descubrir figuras singulares de nuestra tierra, esta es una buena oportunidad para acercarte y conocer más sobre un personaje que, a pesar de su relevancia, apenas era una nota a pie de página en la historia del cine gallego. Manolo González, el autor, estará acompañado en esta presentación por Rigoberto Marrero Piñón y Pepe Coira, lo que promete una conversación enriquecedora sobre la obra y su protagonista.
El libro de Manolo González, publicado por Edicións Embora este mismo año, se sumerge en la vida y obra de Alfonso Piñón (1887-1973), conocido por su pseudónimo Bernardino de Lamas. Piñón fue mucho más que un simple periodista; era un caminante incansable, un cronista compulsivo y, lo que es más relevante para esta obra, un pionero del cine amateur gallego. Su pseudónimo, 'Bernardino de Lamas', proviene de su prolífica faceta como articulista, con cientos de textos a sus espaldas.
Piñón era un auténtico 'xornalista andarengo', comprometido con la naturaleza y un precursor del ecologismo contemporáneo. Se dedicaba a descubrir senderos ocultos y a filosofar sobre las corredoiras y congostras olvidadas de Galicia. Sus convicciones eran firmes y adelantadas a su tiempo: era vegetariano, abstemio, esperantista, feminista, antitaurino, pacifista y ecologista, un humanista profundamente moderno. Su pasión por el caminar lo llevó incluso a fundar en 1935 el primer club alpino de Galicia, Abrente.
La faceta más sorprendente de Alfonso Piñón es, sin duda, la de cineasta. En 1924, adquirió una cámara Pathé Baby, con la que filmó alrededor de 300 bobinas entre 1925 y 1934. De todo ese material, se conservan unas 90 bobinas, lo que suma más de dos horas y media de metraje. Estas películas fueron incorporadas a los fondos de la Filmoteca de Galicia y hoy son propiedad de la familia Escrigas, un verdadero tesoro para la memoria visual de nuestra comunidad.
Las filmaciones de Piñón no buscaban una vocación artística, antropológica o etnográfica en el sentido tradicional. Su objetivo era registrar momentos felices compartidos en sus excursiones grupales con amigos e intelectuales de la época. Entre ellos, figuras como Matías Usero, Rof Codina, Xaime Quintanilla, Felipe Bello Piñeiro, Vicente Díaz, Imeldo Corral, Juan García Niebla y Nicolás García Pereira. Estas imágenes son consideradas 'oro puro' porque nos muestran a personas felices en paisajes icónicos de Galicia, como la laguna de Valdoviño, meriendas en el Eume, romerías en Meirás, Santa Comba o Lodairo, y viajes al Cebreiro y al sur de Galicia. Son instantáneas de una Galicia que ya no existe, capturadas con una mirada única.
La vida de Alfonso Piñón, llena de actividad y compromiso, sufrió un 'fundido a negro' con el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Tras este trágico evento, Piñón se vio obligado a trasladarse, primero a Vigo, luego a Cuba y finalmente a Madrid, donde falleció en 1973. Lo más triste es que, después de 1936, nunca volvió a filmar, dejando un vacío en su legado cinematográfico.
Si quieres conocer más a fondo esta figura tan particular y la investigación que Manolo González ha realizado para recuperarla, no dudes en acercarte a la Librería Trama. Es una oportunidad para sumergirse en una parte poco explorada de la historia cultural gallega y entender cómo el cine amateur también contribuyó a construir nuestra memoria colectiva.
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