
Si las Navidades te han dejado con ganas de aire fresco y necesitas resetear antes de que empiece el año de verdad, te propongo un plan que es un clásico local: cambiar el bullicio de las celebraciones por el rugido del Atlántico. Las playas de Ferrol, especialmente Doniños y San Xurxo, son una auténtica joya fuera de temporada, ofreciendo una desconexión total que es imposible encontrar en verano.
La diferencia principal es la atmósfera. Mientras que en julio y agosto Doniños está "hasta la bandera", en invierno la costa Ártabra se muestra en su estado más puro y salvaje. La luz invernal, a menudo baja y dorada, resalta el verde intenso de los acantilados y el blanco de la arena fina, creando un paisaje dramático. Aquí no hay aglomeraciones, solo el sonido constante de las olas rompiendo con fuerza. Es el momento perfecto para disfrutar de la inmensidad del mar sin distracciones.
Doniños es la playa más popular de Ferrol, con casi dos kilómetros de longitud. En invierno, sigue siendo el epicentro del surf, con olas de gran calidad que atraen a surfistas experimentados, pero para caminar, el foco está en su entorno natural. La playa está flanqueada por un importante sistema dunar y la Lagoa de Doniños, un espacio protegido (Red Natura 2000) ideal para la observación de aves. Puedes optar por la Ruta Circular de la Laguna, un paseo de unos 4 kilómetros de dificultad baja que discurre por pasarelas de madera, protegiendo el frágil ecosistema. Si buscas una panorámica espectacular, sube al Mirador de Monte Ventoso, desde donde se ve toda la playa y la laguna. En cuanto a la logística, Doniños tiene dos accesos principales: Outeiro (al norte, con amplio parking) y Punta Penencia (al sur, menos masificada). Un punto a favor es que el chiringuito 'Alpendre de Doniños' (el Bar de Pichu) suele estar abierto todo el año, por si necesitas un café caliente post-paseo.
Justo al lado encontramos San Xurxo, una playa de similar extensión (unos 2 km) situada en una bellísima bahía. Es conocida por ser más ventosa y con fuerte oleaje, condiciones que la hacen ideal para deportes como el windsurf o el kite en esta época. Su entorno es más rural, rodeado de verdes bosques y grandes dunas. Si te apetece una caminata más larga, la ruta circular que une Doniños y San Xurxo es un planazo. Son unos 8,5 kilómetros (unas 2 horas y media a ritmo tranquilo) que recorren el promontorio del Monte de San Xurxo, ofreciendo vistas continuas al mar. En este tramo encontrarás miradores clave como el de Illas Gabeiras e Illa Herbosa. Además, si la marea está baja, puedes caminar por la arena y conectar con las vecinas playas de Esmelle y O Vilar.
Para el descanso post-caminata, en San Xurxo tienes opciones locales. El restaurante Casa Claudina está abierto "buena parte del año" y el Restaurante Costa Verde es otro local típico de la comarca, ideal para reponer fuerzas con producto local. Un aviso práctico: el acceso desde el aparcamiento de San Xurxo puede implicar cruzar una zona de agua o un pequeño río, especialmente en invierno, así que ve preparado.
Para disfrutar de verdad de estos paseos, la clave es la preparación. El viento del Atlántico en Ferrolterra es intenso, por lo que una buena chaqueta cortavientos es imprescindible. El calzado debe ser impermeable o, al menos, resistente al agua, ya que la arena estará mojada y los accesos pueden tener charcos o riachuelos. En cuanto al momento del día, la marea baja es fundamental si quieres hacer la caminata larga por la orilla o conectar San Xurxo con Esmelle. Si buscas la mejor luz, los atardeceres sobre el Atlántico en esta época son espectaculares, aunque si prefieres la soledad total, la primera hora de la mañana es tu mejor aliada.
Fecha de publicación
23 de diciembre de 2025
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