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La Hermandad del Rocío de Cádiz inicia su peregrinación anual hacia la aldea de El Rocío, con actos previos en la ciudad y un emotivo recorrido que culmina en la presentación del Simpecado.
La ciudad de Cádiz se ha vestido de gala y fervor para despedir a su Hermandad del Rocío, que un año más ha emprendido su emotivo y tradicional camino hacia la aldea de El Rocío. Este evento, que marca uno de los momentos más esperados del calendario andaluz, reúne a miles de peregrinos de todas las edades en una manifestación de fe, devoción y arraigada cultura.
La Romería del Rocío 2025 es, sin duda, uno de los acontecimientos más significativos en Andalucía, atrayendo a peregrinos y visitantes de todas partes del mundo. En Cádiz, esta festividad se vive con una intensidad particular, donde los rocieros gaditanos cuentan las horas para iniciar su travesía anual. La salida de la Hermandad del Rocío de Cádiz no es solo un acto religioso, sino un verdadero fenómeno social que transforma las calles de la ciudad, llenándolas de color, música y emoción.
El ambiente previo a la partida es palpable. Desde el lunes 2 de junio, la Hermandad comenzó sus actos con el Solemne Traslado del Bendito Simpecado, que tuvo lugar a las 20:30 horas en la parroquia de San José. Este acto íntimo y significativo prepara el espíritu de los rocieros para la gran jornada que se avecina. La devoción se palpa en cada rincón, con los preparativos de las carretas y los peregrinos listos para la aventura.
El martes 3 de junio, Cádiz amaneció al compás inconfundible del tamboril y los pitos rocieros, un sonido que rompe el silencio de la madrugada y anuncia el inicio de la peregrinación. A las 08:00 horas, la parroquia de San José acogió la tradicional Misa de Romeros, un momento central y emotivo presidido por el Simpecado de la Hermandad. Este año, la misa fue predicada por Rafael Zornoza, Obispo de Cádiz y Ceuta, y contó con la asistencia de destacadas personalidades como el alcalde, Bruno García, y el presidente del Consejo de Hermandades, Juan Carlos Jurado, entre otros representantes municipales, diocesanos y cofradieros.
Tras la conclusión de la misa, la Hermandad del Rocío de Cádiz inició oficialmente su camino. La carreta, más completa que nunca gracias a los recientes estrenos de orfebrería –incluyendo ángeles que rematan los varales, un templete que cobija la reproducción de la Patrona y la vara de promesa de la trasera– y con la Virgen del Simpecado luciendo un terno nuevo, se abrió paso por las calles de la ciudad. El recorrido urbano es un espectáculo en sí mismo, con la comitiva avanzando por la avenida de Andalucía, la Cuesta de las Calesas y la calle Plocia, siempre acompañada por la flauta y el tamboril en la cabecera y los cantos de los peregrinos tras la carreta.
Uno de los momentos más esperados de este tramo inicial es la recepción en el Ayuntamiento, donde el equipo de gobierno de la ciudad recibe a los rocieros. Posteriormente, la Hermandad realiza sus tradicionales visitas a la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad, y a la iglesia de Jesús Nazareno, antes de poner rumbo definitivo hacia Sanlúcar de Barrameda. Durante este trayecto por Cádiz, la hermandad fue despedida por alumnos de diversos centros educativos, como las Esclavas, que aplaudían y entonaban vivas a la Virgen, y por los mayores residentes de San Juan de Dios, quienes se asomaban para ver pasar la carreta. La concejala de Fiestas, Beatriz Gandullo, ataviada con traje de flamenca, y el concejal de Hermandades, José Manuel Verdulla, acompañaron a la comitiva en parte de su recorrido, mostrando el apoyo institucional a esta arraigada tradición.
El camino de la Hermandad del Rocío de Cádiz es una experiencia que trasciende lo meramente físico. Es un viaje de introspección, camaradería y devoción. El martes 3 de junio, a las 15:00 horas, se produjo uno de los puntos más emblemáticos e icónicos del recorrido: el embarque en Sanlúcar de Barrameda para cruzar por Bajo de Guía. Este paso del río es un momento de gran expectación y belleza, que marca la entrada de los peregrinos en el Parque Nacional de Doñana.
Una vez desembarcada, la Hermandad prosigue su camino adentrándose en el Coto. La primera pernocta está prevista en el Palacio de Marismilla. El miércoles, la ruta continúa por el Cerro del Trigo, con almuerzo en Carboneras y la segunda noche en Corral de Félix. El jueves, las paradas marcadas incluyen el Palacio de Doñana para almorzar y Guaperal para dormir. La última jornada de camino, el viernes, se inicia en Guaperal para dirigirse al Arroyo Soto Chico, donde se celebran los emotivos bautizos a los nuevos peregrinos. Este año, alrededor de medio centenar de personas se estrenan como rocieros, lo que demuestra la vitalidad y el continuo crecimiento de la Hermandad del Rocío de Cádiz.
La llegada a la casa de la hermandad en Almonte está prevista para el viernes por la tarde, pasadas las tres. El culmen de esta peregrinación para la Hermandad de Cádiz será la presentación oficial de su Simpecado ante la Hermandad Matriz de Almonte, que tendrá lugar el sábado 7 de junio en torno a las 19:45 horas. Este acto es uno de los momentos más solemnes y esperados de la Romería, donde cada hermandad filial rinde homenaje a la Virgen del Rocío.
La Hermandad del Rocío de Cádiz es un reflejo de la sociedad gaditana, con más de 200 hermanos que completan la peregrinación y una comitiva rodada que incluye dos carriolas, tractores y una veintena de vehículos. Es un evento que une a tres generaciones de rocieros, desde los más pequeños en sus carritos, que apenas cuentan con meses de vida, hasta los más veteranos, que han dedicado toda una vida a esta devoción. Familias enteras, amigos y devotos se unen en este viaje, compartiendo cantos, rezos y la alegría de la fe.
La Romería del Rocío es una fiesta universal que se vive con especial fervor en Cádiz, y la salida de su Hermandad es un testimonio vivo de esta devoción. Es un evento abierto a la observación del público, que puede disfrutar del ambiente y la tradición sin coste alguno, aunque la participación activa en la peregrinación como hermano implica otros compromisos. La experiencia de ver pasar la carreta, escuchar los cantos y sentir el fervor de los rocieros es algo que atrae a locales y visitantes por igual.
Una vez en la aldea, los rocieros gaditanos se sumergen plenamente en la Romería. La madrugada del sábado al domingo se reza el Santo Rosario, conocido como 'de Almonte', presidido por el Simpecado de la Hermandad Matriz. El domingo 8 de junio, festividad de Pentecostés, se celebra la Solemne Misa Pontifical a las 10:00 horas en el Paseo Marismeño, frente al Santuario, presidida por el obispo de Huelva y concelebrada por los capellanes de las hermandades. Por la tarde, tiene lugar la Misa de tamborileros, carreteros y coheteros.
La madrugada del lunes, a las 00:00 horas, se reza el Santo Rosario desde la plaza de Doñana, cantado por la Hermandad de Murcia, con la participación de todas las Hermandades Filiales. A continuación, se produce el momento más esperado: la procesión de Nuestra Señora del Rocío, a hombros de los almonteños, por las calles de la aldea, visitando los simpecados de todas las hermandades filiales. A la entrada de la imagen, se recita la Salve Popular de despedida, marcando el final de la Romería.
El camino de vuelta, también por el interior del Coto, se realizará entre el martes y el jueves de la próxima semana, culminando con el regreso del Simpecado a su capilla en la iglesia de San José en Cádiz. La salida de la Hermandad del Rocío de Cádiz es, en definitiva, una experiencia que fusiona la fe, la tradición y la cultura andaluza en un viaje inolvidable que cada año renueva el espíritu de una ciudad entera.
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