Tercera Cumbre Mundial de Uso Responsable de la Inteligencia Artificial en el Ámbito Militar

Parece que en febrero vamos a tener un evento de esos que ponen a A Coruña en el mapa de la geopolítica tecnológica. Hablo de la Tercera Cumbre Mundial de Uso Responsable de la Inteligencia Artificial en el Ámbito Militar, conocida por sus siglas REAIM. Esto no es un congreso cualquiera; se celebrará el 4 y 5 de febrero de 2026 y está organizado por los Ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa de España, junto con el Ayuntamiento de A Coruña. Además, la cosa va en serio porque se coordina con los gobiernos de Países Bajos y la República de Corea, que fueron sedes de las ediciones anteriores. Incluso la AESIA (la Agencia Española para la Supervisión de la IA) está colaborando en la organización, lo que subraya la importancia que tiene este tema a nivel nacional.

El objetivo principal de esta cita es bastante ambicioso: buscan avanzar hacia medidas que sean realistas y concretas para aplicar los principios de un uso responsable de la IA en el entorno militar. La iniciativa REAIM es el foro internacional clave para este intercambio de ideas, especialmente ahora que la IA ya no es una promesa futurista, sino una realidad cada vez más presente en el campo de batalla. La cumbre de A Coruña trabajará sobre los documentos de referencia que salieron de las citas de La Haya y Seúl, como el 'Call to Action' y el 'Blueprint for Action', buscando armonizar estándares y evitar una carrera desregulada en sistemas autónomos.

El debate central es profundo y toca temas muy sensibles. Se va a discutir si las máquinas deberían tener la capacidad de tomar decisiones de vida o muerte —lo que se conoce como Sistemas de Armas Letales Autónomas (LAWS)—, cómo se garantiza que el control humano se mantenga siempre y quién rinde cuentas si algo sale mal. Es un encuentro dirigido a un público muy específico: ministros, representantes de gobiernos, organizaciones internacionales, la industria y el mundo académico. De hecho, España ha dejado clara su postura, apoyando la creación de un instrumento que sea jurídicamente vinculante para regular estos sistemas autónomos, siempre bajo el marco del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. Si te interesa el futuro de la tecnología y la ética, aunque el público sea institucional, es un tema para seguir de cerca desde aquí.