
Supervivientes de los correccionales para mujeres que funcionaron hasta 1985 se reúnen este martes en A Coruña para dar voz a las mujeres que padecieron la represión franquista en estas instituciones.
Este martes, 7 de octubre de 2025, A Coruña acogerá un encuentro significativo: la reunión de supervivientes de los correccionales para mujeres que funcionaron en España hasta 1985. El objetivo principal de este evento es dar voz a las mujeres que padecieron la represión franquista en estas instituciones. Un testimonio que resuena es el de Salomé da Torre, hija de una víctima de un reformatorio franquista, quien ha compartido cómo a su madre le llegaron a decir que "merecía morir, por roja". La visibilización de esta represión ha sido impulsada por las propias víctimas, así como por periodistas como Andrea Momoitio e historiadoras como Carmen Guillén Lorente. Este encuentro se enmarca en un contexto de creciente interés por la memoria histórica y democrática en España, buscando verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo. Para quienes deseen profundizar, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y el Portal de Víctimas de la Guerra Civil y Represaliados del Franquismo del Ministerio de Cultura son recursos útiles. El evento está dirigido tanto a las supervivientes como a la sociedad en general interesada en estos temas, y no se ha mencionado ningún coste asociado, lo que sugiere que es de acceso libre o restringido a las participantes.
Estos correccionales, que operaron entre 1941 y 1985, estaban bajo la tutela del Patronato de Protección a la Mujer, una institución dependiente del Ministerio de Justicia franquista. Su propósito era controlar a las mujeres, especialmente a las jóvenes, bajo los preceptos de la moral católica y el modelo de género de la época. La red de reformatorios y centros de reclusión era gestionada por órdenes religiosas femeninas como las Cruzadas Evangélicas, Oblatas del Santísimo Redentor, Adoratrices, Trinitarias, Terciarias Capuchinas, Hijas de la Caridad, Auxiliares del Buen Pastor y Religiosas Esclavas de la Virgen Dolorosa. Las mujeres eran internadas sin garantías jurídicas por motivos tan diversos como ser consideradas 'rebeldes', haber sido violadas, quedar desamparadas de sus familias, ser madres solteras o incluso por ser lesbianas. Se ejercía sobre ellas un control social que incluía trabajo sin remuneración, humillaciones, torturas, violencia física y psicológica, y en algunos casos, prácticas de control psiquiátrico como psicofármacos o electrochoque.
Un aspecto particularmente doloroso de esta historia es la denuncia del robo de bebés, hijos de madres solteras internadas, que eran dados en adopción irregularmente a matrimonios acomodados, formando parte de las tramas de 'bebés robados'. Es relevante que esta institución perdurara hasta 1985, ya en democracia, a pesar de que el Instituto de la Mujer se había creado en 1983. Investigadoras como Pilar Iglesias consideran que las mujeres que pasaron por el Patronato fueron objeto de violación de sus Derechos Humanos y no han recibido ninguna reparación por ello. El Patronato tenía funciones tutelares de vigilancia, recogida, tratamiento e internamiento de menores, y las familias podían enviar a sus hijas que no se ajustaban a los patrones de conducta esperados. El objetivo era que las españolas se ajustaran al modelo de mujer impuesto por el Franquismo: madre de familia y ama de casa devota, sumisa al varón, al Estado y a la Iglesia.
Fecha
martes, 07 de octubre de 2025
Precio
Gratis
Edad Recomendada
+16 años
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