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La Casa de las Ciencias de A Coruña celebra su 40 aniversario con una sesión especial en el Planetario y otros actos conmemorativos.
Un viaje gratuito por los hitos astronómicos y la historia de un museo pionero que ha fascinado a generaciones.
A Coruña se prepara para una celebración significativa en el ámbito de la divulgación científica. La Casa de las Ciencias, uno de los pilares de los Museos Científicos Coruñeses, conmemora su 40 aniversario con una serie de actos que culminarán en una sesión especial en su emblemático Planetario. Este evento central tendrá lugar el viernes 30 de mayo de 2025, en el propio Planetario de la Casa de las Ciencias, ubicado en el pintoresco Parque de Santa Margarida.
La sesión especial en directo del Planetario ofrecerá un recorrido fascinante por los principales hitos astronómicos que han marcado la historia desde la apertura del museo el 1 de junio de 1985. Los asistentes podrán disfrutar de una proyección inmersiva del cielo en la cúpula, una experiencia que promete ser tanto educativa como emocionante. Además de esta sesión, el Concello de A Coruña ha organizado un acto conmemorativo que se celebrará el mismo día en el Planetario, reuniendo a niños y científicas para que compartan sus propias vivencias y la influencia que la Casa de las Ciencias ha tenido en sus vidas.
Las celebraciones se extenderán más allá de esta fecha clave. El 2 de junio, la ciudad rendirá homenaje a una figura fundamental en la creación y desarrollo de los Museos Científicos Coruñeses: Moncho Núñez. Se llevará a cabo un acto en la Plaza de María Pita para su nombramiento como Hijo Adoptivo de A Coruña, reconociendo así su visión y dedicación que hicieron posible este legado científico.
La Casa de las Ciencias abrió sus puertas por primera vez al público el 1 de junio de 1985, marcando un antes y un después en el panorama museístico gallego al ser la primera instalación de planetario abierta al público en la comunidad. Desde sus inicios, el museo adoptó una filosofía innovadora bajo el lema "prohibido no tocar", invitando a los visitantes a interactuar directamente con las exposiciones y a experimentar la ciencia de primera mano. Esta aproximación, pionera en su momento, fue impulsada por Ramón Núñez Centella, quien concibió un espacio donde el público es el centro del descubrimiento.
Ubicada en un coqueto palacete dentro del Parque de Santa Margarida, la Casa de las Ciencias no solo alberga el Planetario, sino también tres plantas de exposiciones interactivas. Entre ellas, destacan "Física en Acción", que invita a la experimentación con módulos interactivos; "Puro Swing", una colección dedicada al movimiento de los péndulos; y "La Astronomía como te la Cuentan", que explora cómo los medios de comunicación abordan las noticias astronómicas. Un impresionante péndulo de Foucault oscila en el hueco de la escalera central, ilustrando el movimiento de rotación de la Tierra. Incluso el parque exterior ofrece sorpresas, como una bola de granito de 1.500 kilos que se puede mover con una sola mano o una manzano clónico del que inspiró a Newton.
El Planetario, corazón de la Casa de las Ciencias, ha evolucionado tecnológicamente a lo largo de sus cuatro décadas. Aunque hoy en día cuenta con modernos proyectores digitales que permiten explorar los confines del universo y acceder a vastas bases de datos astronómicas, el museo conserva y utiliza su primer proyector analógico Zeiss. Este proyector original sigue siendo valorado por su capacidad para reproducir la noche estrellada con un realismo inigualable, ofreciendo una visión del cielo que, según los expertos, "sigue dando el mejor cielo". La combinación de ambas tecnologías enriquece la experiencia, permitiendo viajes en el espacio y el tiempo con gran fidelidad.
Las sesiones del Planetario son un espectáculo en sí mismas, guiadas por los "planetaristas", profesionales que conocen a fondo el firmamento y tienen la habilidad de contar sus historias de manera cautivadora. Como señala Inés Carvallo, una de las planetaristas con 25 años de experiencia, el Planetario es "un lugar mágico, donde es posible viajar en el espacio y en el tiempo". La interacción con el público, especialmente con los niños, es un aspecto que los planetaristas disfrutan enormemente, observando cómo se "fascinan los niños" y cómo "más que a aprender se viene a emocionarse". Esta conexión emocional es tan fuerte que las sesiones suelen terminar con aplausos del público, algo inusual en otros espacios de proyección.
Las proyecciones combinan contenidos fijos, como la explicación del movimiento de la Luna, las estrellas o el Sol a lo largo del día, con temas variables que se adaptan a las noticias astronómicas más recientes. Si hay un cometa o un agujero negro de actualidad, los recursos del Planetario se utilizan para acercar estos fenómenos al público. Las sesiones están adaptadas a diversas edades, aunque es importante tener en cuenta que, por motivos de seguridad y experiencia, los menores de 4 años no pueden acceder al Planetario.
Para esta ocasión tan especial, las entradas para la sesión del 40 aniversario en el Planetario serán gratuitas. Sin embargo, es imprescindible realizar una reserva previa. Las entradas estarán disponibles para su reserva en línea a partir de las 09:00 horas del mismo viernes 30 de mayo de 2025, a través de la web oficial https://ticketing.coruna.gal/mc2/cc40/. Esta es una oportunidad excepcional para que el público de todas las edades se sume a la celebración y disfrute de una experiencia astronómica de primer nivel sin coste alguno.
La Casa de las Ciencias, con su Planetario a la cabeza, se ha consolidado a lo largo de estas cuatro décadas como un faro de la cultura científica en A Coruña y en toda Galicia. Su compromiso con la divulgación, la interactividad y la capacidad de emocionar a sus visitantes la han convertido en un referente. Ha sido un espacio donde generaciones de coruñeses han despertado su curiosidad por el universo, la física y la ciencia en general, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva.
La celebración de este 40 aniversario no es solo un repaso al pasado, sino también una reafirmación del valor y la relevancia de la Casa de las Ciencias en el presente y futuro de la ciudad. Es una invitación a seguir explorando los misterios del cosmos y a mantener viva la llama del conocimiento y la fascinación por el mundo que nos rodea.
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